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Lo indeseable en el diseño


Diseñar desde lo indeseado y Pintar desde el fracaso”

Sugiero no iniciar un proceso que tenga como propósito crear un objeto de deseo. Diseñar se convierte en un fracaso continuo. Todo acto simbólico fracasa en representar lo real.
Ese sería el punto de partida hacia la pintura.

Diseñar sin saber el destino final no tiene porqué ser un mal comienzo.
No es un salto hacia el vacío sino un salto desde el vacío.
Se puede trabajar sabiendo lo que no se quiere y eso es lo que va marcando el camino a seguir.

Si el objeto diseñado está bien construido, comunica con claridad y hay consenso social, ¿se puede seguir trabajando en dicho objeto buscando otras salidas?. ¿O debemos perpetuarlo como válido y dejar de pensarlo?.

Diseñar una silla no tiene porque estar guiado por la funcionalidad. Lo verdaderamente interesante no es lo que funciona bien, sino lo que falla de forma estructural.

La idea de trabajar sobre una silla como algo indeseable (desde la incomodidad) puede ser una reacción a que el diseño se pueda utilizar no solo para resolver un problema sino para sentir la silla en su fracaso. Como un grito, … y aquí ya empezamos a hablar de pintura.

Hay cosas que no tienen porqué resultar bien. Pueden tener un final trágico o cómico; y de aquí pueden surgir poéticas interesantes.

Esto llevado a un terreno gráfico es como saltar del diseño a la pintura. Entre ambos queda un vacío que puede generar una dinámica experimental. Una tensión.

La pintura resta funcionalidad al diseño y el diseño intercede en el contacto con la pintura. Ni es diseño, ni es pintura y son ambas cosas a la vez.

Qué pasa si trabajamos con “un resto de un objeto de un lugar remoto” :). No para repararlo, ni para reconducirlo sino para acompañarlo y crear diálogo con la idea de volverlo visible, volverlo problemático o incluso extraño. De esta forma el objeto se convierte en presencia pura. Y esto permite otra clase de mirada.

Las zonas de incertidumbre pueden ser, y así lo creo, un lugar fértil, donde se puede jugar con nuevas formas de ver y de pensar.

El diseño puede salir “desde” la inquietud indeseable del hombre.
Lo indeseable sería que su fin se materializase en el objeto deseado.

Seguiremos pintando a ver qué pasa.