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Hush

Una escultura del silencio

Este proyecto forma parte de Sismografías, una investigación donde el diseño gráfico se convierte en una herramienta para leer formas como si fueran sonidos. En Hush, el reto era centrarse en un gesto sonoro muy concreto: el siseo. Ese “ssshhh” que usamos para pedir silencio. Un sonido sin palabra, sin verbo, pero con una intención social clara.
Quería saber si era posible construir visualmente ese sonido. O mejor dicho: ¿qué forma tendría el silencio si se diseñara desde su negativo sonoro?

Diseño como resonancia muda

Para ello, trabajé con un conjunto de parámetros extraídos del análisis espectral del “ssshhh”: frecuencias altas y bajas, timbre, duración etc. Son los márgenes del sonido. A partir de ahí, se definieron geometrías susceptibles de recrear ese tipo de onda, pero desde la “forma cuerpo” y el “vacío sonoro”.

Cada figura fue diseñada como si fuera un instrumento de viento. No para sonar por sí mismo, sino para ser interpretado por una inteligencia artificial que lee su morfología y genera un archivo .wav en respuesta.
Es decir, no hay una boca que sople. El sonido no es producido, es calculado.
Trabajé con modelos de IA que interpretan los cuerpos formales como si fueran entradas acústicas. El archivo sonoro resultante no es una reproducción fiel, sino una especulación auditiva: ¿cómo sonaría esto si fuera un soplo?

Instrumentos sin función

El resultado es una serie de piezas en madera que cuelgan en forma de escultura mural.
No están pensadas para ser tocadas. No tienen función sonora en el mundo físico.
Son, en el mejor de los casos, órganos silenciados. Contienen el gesto del instrumento, pero no su uso.

Aquí me interesa trabajar desde el diseño como ficción estructural. La forma sigue reglas, pero no responde a la utilidad directa. Como decía Vilém Flusser, diseñar es “engañar a la entropía”: dar forma a lo que se escapa. En Hush, lo que se escapa es el sonido mismo.

¿Por qué no suenan?

Porque no quiero que suenen.
Porque su función no es producir, sino sugerir.
El sonido, aquí, se convierte en una hipótesis. Un archivo digital. Una sombra.
Como si el diseño pudiera funcionar como un sismógrafo de lo inaudito.

Este proyecto está inacabado.

Y lo estará durante un tiempo. Porque me interesa más lo que falta que lo que sobra.
Hush no busca resolver un problema de ruido, sino abrir un espacio de silencio.