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The Flower Project

Una colaboración expositiva con Nationale Nederlanden

Un jardín suspendido en medio de un espacio corporativo.
Flower Project o el Jardín Flotante.
Una instalación efímera pensada no para comunicar un mensaje cerrado, sino para abrir un atípico espacio de recreo.

La exposición consistía en un conjunto de piezas gráficas y escultóricas articuladas alrededor de la flor como símbolo híbrido. La flor aquí no representa la belleza, ni la naturaleza, tampoco lo romántico. Representa el deseo de imaginar otras relaciones posibles entre lo humano y lo vegetal. Un pequeño dispositivo para pensar (y sentir) más allá del diseño como simple decorado funcional.

En plena zona transitable y céntrica de Sevilla, las personas eran invitadas a entrar y llevarse una flor. Pero eso era solo una excusa. Lo importante era que entraran. Que se sumergieran en un entorno que no apelaba a lo útil, sino a lo inesperado.

Inspirado en parte por las estéticas participativas complacientes, EL Jardín Flotante propuso una participación sin moralina. No había storytelling optimista ni promesa de mejora personal. Solo una experiencia. Desde el Jardín Rodante, una escultura compuesta por piezas móviles que el público podía girar, hasta la columna floral con tinta hidrosensible que desvelaba dibujos ocultos con el agua, todo estaba orientado a estimular una relación lúdica, casi infantil, con el entorno.

En el extremo opuesto, “El secreto de las flores”, una habitación cerrada, solo visible a través de una mirilla, proponía lo contrario: mirar sin poder acceder, sin tocar. La flor como enigma.

No se trataba de dar un mensaje simplista. Se trataba de generar una atmósfera, una pausa, un jardín flotante en medio del día a día de una persona corriente que anda por la calle. Las esculturas aéreas representaban ciclos de vida y mutación. La flor convertida en agente especulativo, no como una entidad decorativa sino una compañera de mundo, una “pariente interespecie” que nos obliga a repensar lo cotidiano.

Tal vez fue una intervención gráfica expandida. Donde el diseño, los patrones, el color y la forma ya no eran elementos de un mensaje, sino parte de una coreografía espacial. Una forma de “pintar aquellas flores que se desvanecen en el aire”.